Después de lo hablado ayer en el chat, donde debatimos sobre el sutil o, como deslizó nuestra compañera Marga, no-sutil totalitarismo que vivimos actualmente, me ha llegado casi por casualidad un artículo en el que se habla de él. Pone el foco en su verdadero motor: el poder económico, aliado, cómo no, con el poder político que legitima que el interés capitalista de unos pocos pueda decidir por el presente y futuro de todos nosotros. ¿Cuánto tardará la sociedad global en darse cuenta de que, sin una gran movilización, estaremos condenados a sufrir endémicamente períodos críticos como los que están sacudiendo los cimientos del Estado de Bienestar (para los afortunados que tenían algo de bienestar, porque otros muchos, la gran mayoría, ni siquiera pueden presumir de haber gozado de esa palabra)?
Curiosamente, el artículo hace mención a la película que nuestro compañero Pepe comentó: Inside Job. La sinopsis podría ser, en resumen, la siguiente: De cómo el salvador Barack Obama agachó la cabeza ante el verdadero mecenas de este tiempo: el ansia de dinero. Sin duda, habrá que ver el documental. Por otra parte, el artículo deja otra propuesta bibliográfíca interesante: ¡Indignaos! del francés Hessel.
Como dice el periodista de El País, resulta paradójico ver una columna tan incendiaria en una publicación en la que la palabra capital subyace en la mayor parte de los titulares. Os recomiendo leerla. Aquí va un adelanto:
A Farrell no le tiembla el pulso al hacer un llamamiento a que la gente despierte ante "el espejismo de los súper ricos que está destruyendo el sueño americano para el resto de nosotros". "Los súper ricos no se preocupan por usted" exhorta a sus lectores, porque viven al margen de la crisis, a lo sumo se preocupan "en abstracto" por el bienestar del país, envueltos en una burbuja en la que "disfrutan de vacaciones en los mejores resorts, de los mejores profesores de pilates, el mejor masajista, los mejores cirujanos y las mejores escuelas privadas para sus hijos". "Y nada de lo que se escriba va afectarles". Y acaba: "No digan que no fueron advertido. Tienen tiempo para preparar la revolución que se avecina, la depresión".
Y el enlace: http://www.elpais.com/articulo/economia/ricos/pagan/impuestos/enfrentaran/revolucion/elpepueco/20110404elpepueco_14/Tes
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