martes, 31 de mayo de 2011

Mi visión de la contrapublicidad

EGO


En esta primera imagen he tachado ligeramente la inicial del logo para que se entienda el origen de la marca. Se trata de una compañía danesa que elabora piezas de plástico interconectables conocida por todos.

He usado una imagen donde aparece un hombre mirando a una torre muy alta, construida precisamente con piezas de Lego. La posición de su cabeza está dirigida hacia el cielo, por lo que eso podría simbolizar una actitud de orgullo personal y un reconocimiento del yo individual frente al mundo exterior.

En este caso, he usado la asociación intrínseca de la marca con la construcción para destapar una realidad que ha formado y forma parte del país en el que vivimos. La construcción de edificios sin control, el afán por su grandiosidad y por ocupar todo espacio terrestre sin conciencia del medio ambiente ni límite económico. Un ejemplo que da rienda suelta al ego por el lujo y por ofrecer las mejores estancias se puede ver retratado en el Levante, donde cada vez son más los resorts emplazados estratégicamente para atraer a un público cada vez más exigente y sofisticado.

MIND THE GAP


Con esta imagen quiero hacer una metáfora sobre la convivencia de distintas clases sociales que conviven en un mismo espacio.
Ambas fotos fueron tomadas en Barcelona, una ciudad de España, es decir, en Europa. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no hace falta irse hasta el tercer mundo para ver que dentro de este nuestro primer mundo existe gente que dista mucho de vivir en unas condiciones que cumplan ese título y que, sin embargo partiendo desde cero y con gran desventaja, luchan por no ahogarse dentro de la competencia que les espera ahí afuera.

He usado el símbolo del metro superponiendo una frase que en ocasiones se escucha cuando viajas dentro del vagón londinense y que avisa de la distancia entre la vía y el andén. En este caso, he querido dar un sentido a la frase 'Mind the Gap' para referirla metafóricamente al gran espacio que existe entre estar dentro del vagón del éxito según la mirada blanca o estar en la vía de espera de todos los que no entran en lo política y socialmente aceptado.

EUPHORIA


En este caso, he optado por un perfume de la marca Calvin Klein dirigido a hombres y que tiene por título Euphoria. He asociado el nombre con el estado de ánimo característico de un contexto como el que aparece en la foto: muchos hombres gritando mientras compran y venden para conseguir el mejor rendimiento de sus acciones.

Lo que quería resaltar con esta gráfica es que la euforia está en todos los mercados y, en ellos, los individuos que los gestionan (la mayoría de las veces, legitimados por nuestros Gobiernos) intentan conseguir los mayores beneficios posibles poniendo todo su esfuerzo en acumular más y más riquezas de su lado, mientras en otra parte de la realidad, no muy lejos de ellos, otros han de resolver, sin ayuda de nadie, los problemas económicos y sociales gestados por el ansia económico.

Esa euforia también podría dirigirse, aunque sigue siendo una utopía, al lanzamiento de medidas que mejorasen la situación política, la justicia, la educación o el empleo.

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